domingo, 24 de octubre de 2010

¿acaso hay un proyecto de izquierda? SEGUNDA PARTE

En varias colaboraciones con la HLDT se hizo un estudio sobre la evolución de los partidos izquierdistas en México, desde grupos independientes hasta partidos políticos financiados directamente desde el Kremlin, por lo que es inútil repetirlo. Basta con que se diga que estos grupos, muchos de ellos con infiltrados de Cuba y de la ex-URSS, no tenían fuerza alguna, dejando patente que el socialismo y el comunismo no eran ideologías compatibles con el pensar y sentir de los mexicanos. A nadie le gusta que el gobierno nos diga como vestir o nos tengan pedaleando nuestras bicicletas cerca de la Ciudad Prohibida. El mexicano, como cualquier ser normal, sabe que la riqueza es directamente proporcional al trabajo desempeñado, cosa que no vemos porque tampoco existe un proyecto de derecha, tema con el que terminaré esta breve trilogía.

La izquierda mexicana es un reciclado del PRI formado por gente que se vió relegada por la nueva generación de priistas, gente con formación en el extranjero, mejor preparados y más pulidos que sus antecesores "revolucionarios", broncos, charros, como aquellos lidercillos sindicales bastando mencionar al SME como ejemplo del Priista tradicional, sustituido por el priista venido de Harvard o Yale.

Cuauhtémoc Cárdenas representa este parteaguas, este rompimiento entre el viejo y el nuevo PRI. El ingeniero había sido formado con las retrógadas ideas de su Tata, un gobierno paternalista, centralista, monopólico, concentrador de los medios de producción. Ojo, esto no significa socialismo, sino utilizar los bienes del estado como propios, en una especie de usufructo que expira cada seis años. Esta pseudo izquierda necesitó del apoyo de los partidos otrora satélite del PRI y aquellos comunistoides que no permeaban en la vida política, aprovechó esta coyuntura para vivir dentro del presupuesto.

En resumen y para no aburrirlos con mis gruñidos, la izquierda está dirigida por Priistas, no está dirigida por gente comprometida por causas sociales y por políticos "honestos y valientes" como mis queridos chairos. El PRI sigue gobernando este país, pintado de amarillo, de azul o de naranja. Tomó la causa de los socialistas para disfrazarse de PRD, tomó las causas de los ciudadanos conservadores (como su servidor) para disfrazarse de PAN. El PRI nos sigue gboernando, y si AMLO llegara al poder, nos llenaríamos de Priistas salinistas en el gabinete, y de resentidos sociales que siempre se han sentido menos en los niveles de mandos medios hasta el burócrata de más bajo nivel.

¿Solución? No veo en el mediano plazo. Medidas de presión tal vez como que NADIE pagara la tenencia, NADIE pagara sus impuestos, pero de forma ordenada y organizada, para que los que han monopolizado el poder se de cuenta que no los queremos. Si queremos un candidato a la presidencia, de izquierda, de derecha o de centro, eso me vale madres, provenga del gremio académico. Un José Narro (no el del PT por su puesto) o José Ramón de la Fuente me convencerían más. No intelectuales, esos están vendidísimos, pero si gente que este comprometida con la educación, y no con el SNTE.

...continuará.

sábado, 2 de octubre de 2010

¿acaso hay un proyecto de izquierda? PRIMERA PARTE

Parte I.

Durante mis colaboraciones para la HLDT, hasta el cansancio repetí una y otra vez que en México no hay un proyecto de izquierda, es más ¿existe una izquierda en México? En México existen solamente tres agendas que obedecen a intereses personales y, en el mejor de los casos, a intereses de grupo.

Lo que hoy conocemos como "La Izquierda Mexicana" se formó a partir de una serie de deserciones del PRI derivado de rencillas internas, o porque simplemente "no me diste ese hueso a mi". Para hacerse sonar, se aliaron con grupos tradicionalmente de izquierda como el PSUM, entre otros.

Luego entonces, personajes como Andrés Manuel López Obrador, como Manuel Camacho Solís, y como muchos otros, vienen a formar, muy convenientemente, de lo que ellos llamán "Un Proyecto Alternativo de Nación", "La Izquierda Progresista" o cualquier otro nombre romántico que hace suspirar a uno que otro estudiante de Economía de la UNAM o a uno que otro "hippie-teca" que vende chacharitas en Coyoacán.

Estos personajes tomaron el estandarte de verdaderos luchadores sociales para seguir percibiendo beneficios personales, y obedecen a sus agenas personales. Son ellos los que han impedido la implementación de programas para mejorar la vida de muchos mexicanos en pobreza extrema, al amparo de un nacionalismo mal entendido, porque mientras existan mexicanos en condiciones miserables, ellos tendrá un botín político que explotar para mantener ese coto de poder, sin importar que tan grande o que tan chico puedan ser.

En mi experiencia, lo que he alcanzado a percibir empiricamante, es que el hambre produce dos enfermedades, que a veces vienen juntas o separadas: Socialismo e Islam.

¿Usted cree que alguien que vive en un cinturon de miseria, cuya percepción diaria de la vida son paisajes terrosos y grises, con olor a estiercol y constantemente agredido, en el hogar, en la calle, y si bien le va, en la escuela, va a enteder los conceptos económicos del Capital, o la teología del Corán? Esa persona solo quiere comer, y hara lo que sea, horar 14 horas diarias hacia la meca, o caminar como borrego a insolarse a escuchar un demagogo sus no se cuantos puntos de su "Proyecto Alternativo de Nación". La que se dice izquierda mexicana solo se alimenta en la ignorancia, miseria y esperanzas de los más desposeidos, obstruyendo cualquier plan que pudiera traerle bienestar porque "atentan contras las instituciones, contra los bienes nacionales y contra la identidad cultural del mexicano".

En México no existe un proyecto de izquierda porque no existe la izquierda, porque quienes manejan la izquierda en este país provienen del origen de todos los males de este país. Porque quienes han estado en la izquierda mexicana, solo han hecho jugosos negocios con la ciudad de México, por dar un ejemplo, concecionando transporte público a importantes empresas del ramo, o comprando bicicletas que se quedan asoleándose en alguna banqueta.

Esa izquierda comodamente sentada en una curul, diciendo a todo "No" y sin proponer algo viable, y más importante aún, sustentable. Sus´propuestas solo se limitan a "más subsidios aquí, más prevendas allá", pero nada que pueda hacer del mexicano un ser independiente y autosuficiente.

A mi me dan tristeza los que ponen todas sus esperanzas en un solo hombre, un hombre con un pasado obscuro y cuestionable. Personas que, por ignorancia, o por obtusión, creen que "salvará al país". Ponerle un "ismo" a López Obrador es pateticamente hilarante, "lopezobradorismo", "Lopezobradorista". Es incalculable el grado de idiotez detrás de esas palabras y esas denominaciónes. Es triste la forma en que la gente ignora el pasado de ese personaje, y que no tiene tantita curiosidad por escarbar y de buscar.

Pero como decía mi abuela, el que por su gusto es buey, hasta la yunta lame.