martes, 21 de septiembre de 2010

No inviertan en Peñabonos, van a la baja...

Hasta yo me deje convencer, e incluso públicamente me adherí a la pre-campaña mediática de Enrique Peña Nieto. Lo veía como una versión mexicana de John F. Kennedy... joven, carismática, un verdadero rockstar. Claro, me deje influenciar por una producción más de Televisa.

Entonces vino la extraña y misteriosa muerte de su mujer, todo bajo circunstancias muy grises que Televisa se encargó de aclarar, conformándonos con la versión oficial de que la pobre primera dama estatal padecía de una enfermedad terminal. Finalmente anunciaría (Televisa) el compromiso que el mandatario estatal tenía con una de sus más populares estrellas... La Gaviota, mejor conocida como Angélica Rivero (¿o se dice al revés?)

Y se nos olvidó, hasta se nos olvidó que Montiel tenía cuentas pendientes por resolverse que su sobrino nunca tocó o mencionó. Televisa construyó un Latin American Idol.

Pero vino el caso "Paulette" a derrumbar toda esta construcción que, irónicamente Televisa, le dio amplia cobertura, seguramente porque ni ellos conocerían el desenlace de tan penoso incidente.

Según comentan fuentes informadas, uno de los grandes logros de Beatriz Paredes fue unificar criterios y cabildear la candidatura de Peña Nieto, aún contra la fuerte reticencia de Manlio Fabio Beltrones y demás seguidores, que al final, fue convencido bajo el argumento de evitar una fractura y fraticidio al interior del partido, como ocurriría hace seis años. Sin embargo, con el "Paulletaso" (como le llaman algunos), Beltrones encontró la excusa perfecta para retomar la carrera hacia la nominación de su partido alegando que alguien con un historial en entre dicho no es digno de representar al partido en las próximas elecciones. Y vaya que estos gitanos como se leen entre ellos sus manos.

La cereza en el pastel fue la "Ley Peña", clara muestra del apanicamiento del "Niño Bonito de Atlacomulco" por su debilitamiento político. Si el PAN y el PRD se les hinchan ambos para aliarse, es muy su decisión y dependerá del electorado si vota por una fórmula extraña y emulsionada (porque el agua y el aceíte SÍ se mezclan), pero no poniéndole esa clase de candados que solo reflejan del actual gobernador del Estado de México una gran inseguridad. Basta con ver el cinismo de Chauyfett justificando esta estúpida decisión y la poca madre del PVEM, la piruja del PRI, que lo avaló, después de que ese partidito familiar ha lucrado sin pudor alguno con esas alianzas, primero con el PAN y luego por el PRD.

O sea que si tienen en sus manos Peñabonos, venda ahorita porque van a la baja y van a caer muy bajo en el 2012.

Agradezco mucho a mis lectores la paciencia que me tuvieron después del corajote que me duró casi un año, pero las cosas vuelven a la normalidad, no por beneficiar al pueblo, sino por chingar al presidente, pero así es la política. Prometo no volver a hacer entripados. Es bueno estar de regreso con ustedes.

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